Castro Candaz nos ofrece un trago puramente atlántico, a ratos salvaje, con un vino que se elabora desde una viticultura heroica y que encima lleva la firma de un grande de la enología en nuestro país. Con una crianza de 12 meses en barricas de 500 litros aromas de flores salvajes y hierbas de monte y boca ligera, con taninos muy finos y una sensación elegante en todo el conjunto; se trata de un tinto, ligero, racial, que se han convertido por méritos propios en vino de culto.