Mendoza es vendimia, porque la tierra y la cosecha son una llave secreta del pueblo mendocino, moldeada por el paisaje del desierto, por el agua de las acequias, por los árboles y los surcos. Mendoza es la tierra del sol y del buen vino y la cosecha es su música, su poesía. Aquí Andrea Mufatto y Gerardo Michelini viven la viticultura con pasión; en el año 2015 el joven viticultor de Valtuille, César Márquez, viaja a Argentina para ampliar su experiencia y así comienza la conexión entre Mendoza y Bierzo.

Arriesgados desde lo enológico y lo estético Andrea y Gerardo confían en que es necesario hacer cosas diferentes y es esta filosofía la que da inicio a un nuevo proyecto. Tras conocer varios lugares, el Bierzo les llenó el corazón y fue el mismo Bierzo el que los regodeó. Examinando la zona con Raúl Pérez, descubrieron lugares olvidados de Ponferrada como Valdecañada y Ozuela, los Michelini-Mufatto se quedan flechados por este pequeño pueblo de viñedos olvidados en su mayoría, pero con un gran potencial y el deber de revivirlos.